El pasado jueves 24 de agosto Mario Casas vivió una tarde increible. Horas antes de que su primer película como director llegara a los cines, quiso celebrar la premiére de su ópera prima arropado por su familia y amigos de la profesión, entre los que se encontraba, Sara Escudero.
Una cinta en la que actúa uno de sus hermanos, Óscar, cuenta la historia de un joven de barrio acosado por el medio. Su padre está en prisión y los únicos medios que le quedan para sobrevivir son su talento para pintura y, más terrenal, asaltar joyerías con sus colegas.